martes, 9 de agosto de 2011

ECONOMÍA MARXISTA

Ideas principales:
La base de la teoría de Marx, la constituía su análisis de la historia que arranca del principio de que la producción y el intercambio de productos, constituyen la base de todo orden social, ya que entre cuantas han aparecido en la historia, la división en clases esta determinada por aquello que se procede, cómo se produce y por la forma en que se intercambia la producción. Según esto, las causa ultimas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas hay que buscarlas no en las mentes de los hombres, sino en las mutaciones experimentales por los métodos de producción y de intercambio. La fuerza básica en la historia es, para Marx, la estructura económica de la sociedad. 
El objetivo de la obra de Marx era descubrir "las leyes del movimiento" de la sociedad capitalista. 
Construyó su modelo económico para demostrar como el capitalismo explotaba necesariamente a su clase trabajadora y como esto conduciría a su destrucción. Ya que el empresario paga al trabajador una cantidad igual al valor de su fuerza de trabajo (capacidad del hombre para el trabajo), pero este pago equivale sólo a una parte de la producción diaria del trabajador y, por tanto, sólo aparte del valor que éste procede.  
La clave de la explotación en este sistema, está hecho de que existe una diferencia entre el salario que recibe un trabajador y el valor del producto que produce. Esta diferencia es lo que Marx llama plusvalía.


Principal exponente:
· Karl Marx (1818-1883):
Pensador socialista y activista revolucionario de origen alemán. Karl Marx procedía de una familia judía de clase media . Estudió en las universidades de Bonn, Berlín y Jena, doctorándose en Filosofía por esta última en 1841.
Desde esa época, el pensamiento de Marx quedaría asentado sobre la dialéctica de Hegel, si bien sustituyó el idealismo de éste por una concepción materialista, según la cual las fuerzas económicas constituyen la infraestructura que determina en última instancia los fenómenos superestructurales del orden social, político y cultural.
Marx y Engels pretendían hacer un «socialismo científico», basado en la crítica sistemática del orden establecido y el descubrimiento de las leyes objetivas que conducirían a su superación; la fuerza de la Revolución serían la forma de acabar con la civilización burguesa.
En 1848, a petición de una Liga revolucionaria clandestina formada por emigrantes alemanes, Marx y Engels plasmaron tales ideas en el Manifiesto Comunista, un panfleto de retórica incendiaria situado en el contexto de las revoluciones europeas de 1848.
Partiendo de la doctrina clásica, según la cual sólo el trabajo humano produce valor, Marx denunció la explotación patente en la extracción de la plusvalía, es decir, la parte del trabajo no pagada al obrero y apropiada por el capitalista, de donde surge la acumulación del capital. Criticó hasta el extremo la esencia injusta, ilegítima y violenta del sistema económico capitalista, en el que veía la base de la dominación de clase que ejercía la burguesía.
Sin embargo, su análisis aseguraba que el capitalismo tenía carácter histórico, como cualquier otro sistema, y no respondía a un orden natural inmutable como habían pretendido los clásicos: igual que había surgido de un proceso histórico por el que sustituyó al feudalismo, el capitalismo estaba abocado a hundirse por sus propias contradicciones internas, dejando paso al socialismo.

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